La bajante del río Paraná continúa agudizándose a medida que 2024 llega a su fin, con una pérdida de casi tres metros de altura desde mayo, según los datos de la Prefectura. El martes pasado, el nivel del río en el Puerto de Santa Fe fue de solo 62 centímetros, muy por debajo del promedio habitual para esta época del año.
Juan Borus, ingeniero del Instituto Nacional del Agua (INA) y responsable del pronóstico hidrológico, explicó que la crisis hídrica actual no está relacionada con fenómenos como La Niña o El Niño, sino con un ciclo prolongado que comenzó a finales de 2019. Este ciclo se ha caracterizado por la escasez de precipitaciones y una marcada variabilidad climática.
Borus señaló que el déficit hídrico en los suelos del litoral y la provincia de Santa Fe sigue empeorando, sin señales de lluvias en el corto o mediano plazo que puedan aliviar la situación. Además, advirtió que la capacidad de prever cambios en el clima más allá de tres meses es limitada, lo que complica el pronóstico para la evolución de la bajante del río.
El ingeniero expresó cierto optimismo en cuanto a la situación del tramo argentino-paraguayo del Paraná, aunque mostró mayor preocupación por los ríos provinciales, donde la situación es más crítica.
Fuente: Sin Mordaza.
