El colectivo Paren de Fumigarnos Roldán presentó un petitorio con siete puntos que consideran que la nueva gestión municipal “debería comenzar a tratar”. Entre ellos mencionaron el fomento a la agroecología, adecuar las distancias de las fumigaciones, analizar el agua potable que se consume y varias adhesiones a leyes nacionales y provinciales.
El petitorio fue presentado días pasados y leva la rúbrica de vecinas y vecinos de esta ciudad y miembros del colectivo Paren de Fumigarnos Roldán. En el escrito se resalta que “el problema que nos ocupa tiene como eje principal las afecciones a la salud que causan el uso de agrotóxicos en los cultivos de las zonas periurbanas”.
La ordenanza roldanense dispone una línea de retiro para comenzar a fumigar de cien metros y la ONG solicita que la localidad se adecue “de forma progresiva a los mil metros que es la distancia sugerida por diversas investigaciones científicas y ratificadas por fallos judiciales” como el de San Jorge, Pergamino, Entre Ríos, Mar del plata y la Corte Suprema de Santa Fe en el caso de Zenón Pereyra.
El petitorio agrega que sería importante que la Municipalidad de Roldán adhiera a la Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología (Renama) y que regule el uso de los suelos periurbanos “con el fin de promover la producción de alimentos sanos y seguros para garantizar la soberanía alimentaria de la localidad”.
A la vez, el grupo ecologista quiere que se sancione una ordenanza que prohíba el cultivo del trigo Hb4 genéticamente modificado y resistente al glufosinato de amonio, “un agroquímico que la FAO cataloga como 15 veces más tóxico que el glifosato y que está prohibido en Europa”.
Además, la pata local de Paren de Fumigarnos, sugiere al municipio que realice convenios con la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) para la creación de colonias agrícolas y la aplicación efectiva de Ley del Árbol Nº 13.836 y su decreto reglamentario 3674/19.
También resaltan la necesidad de realizar análisis completo de detección de agrotóxicos en cada uno de los pozos de extracción de la cooperativa de agua de la localidad (Coprol). Nicolás Martínez, uno de los referentes locales del colectivo, remarcó que, para tratar estos puntos, quieren empezar a tener reuniones con las autoridades.
Martínez recordó que en algún momento existió una mesa de diálogo con una subcomisión de agroecología y remarcó que “ese es el camino” y agregó que es importante poder escuchar a gente que está trabajando de otra manera. A modo de ejemplo citó la experiencia de Zavalla “donde se ha producido trigo agroecológico entre el municipio, la Facultad de Agronomía, un productor que arrendó parte de su campo y la ayuda de la Granja La Carolina”.
“Creemos que el municipio puede escuchar estos pedidos porque hay gente nueva con una mirada más amplia, tememos confianza en que podremos avanzar poco a poco y hacer cosas por los barrios y por un Roldán mejor”, resumió Martínez.
Fuente: La Capital.
