Un duelo en tono de comedia. Una historia de (des)amor con fondo de mar. Una de esas obras que se leen de un tirón. Son varias las maneras en las que puede resumirse “La viuda del diablo”, libro debut de Romina Tamburello que acaba de editarse. Actriz, guionista, dramaturga y directora rosarina, Tamburello suma «escritora» a su CV tras haber ganado la primera mención en el premio novela Futurock. El jurado integrado por Claudia Piñeiro, Sergio Bizzio y Fabián Casas destacó que «se presenta como una película de cine shampoo pero esconde un corazón sofisticado», «su lectura es una experiencia feliz» y «el lector encuentra un lugar tan cómodo y tan preciosos personajes que ya no quiere salir».
La protagonista de «La viuda del diablo» es Laura, una mujer que tras recibir una llamada de su ex debe enfrentar un duelo que viene postergando. Franco le pide vender una propiedad en común en Uruguay, donde él se instaló tras la ruptura. Se ve entonces obligada a viajar y volver a verlo después de seis años. Ese es el punto de partida de un relato que zigzaguea entre un presente uruguayo y un pasado argentino a la hora de contar una historia de amor que es también una historia de desamor. O, en todo caso, una historia de amores, rupturas, amigos, sexo, soledad, nostalgia y vidas que no tienen rumbo hasta que lo encuentran (para probablemente volver a perderlo).
Tamburello aclara que nunca estuvo en sus planes escribir un libro. “Empezó siendo algo desordenado. Escribí por primera vez en la previa a un viaje a Punta del Diablo, mientras esperaba el colectivo. Después seguí escribiendo. Lo hacía por placer, no me parecía que pudiera tener una forma concreta, ni siquiera pensé en una película”, rememora en diálogo con La Capital. “Después de un tiempo tomé un taller de literatura con Pablo Ramos y él me hizo entender que era una novela, que iba a necesitar mucho trabajo para convertirlo en libro”, cuenta. Confiesa que fue mucho más trabajo del esperado. “Escribir este libro fue lo más difícil que hice en mi vida”, admite.
Si bien Romina aclara que ella no es Laura, la protagonista del libro, y que difícilmente pueda enmarcar su obra en la “literatura del yo”, hay ciertos puntos de contacto y escenarios que se repiten entre ambas mujeres. “Yo soy un desastre pero Laura es mucho peor”, ríe. “Me divertía pensar en un personaje muy incorrecto: Laura no es sorora, es envidiosa, celosa, sigue cerrada a un amor que no le corresponde. Creo que no soy así”, remarca. Sin embargo, concede que “algo de biográfico hay” en el texto. Punta del Diablo no fue un escenario elegido al azar. “Vendí un hostel que tuve ahí con un ex, que luego se hicieron cabañas. El personaje de Trivi existe. Hay cosas en la historia que pasaron, el paisaje fue ese, pero hay mucho ficcionalizado”, aclara.
La escritura de “La viuda del diablo” fue lenta, tuvo idas y vueltas, se extendió durante varios años, se iba sucediendo a medida que avanzaba en paralelo la vida de la autora. “Seguí escribiendo mientras lograba vender el hostel, seguía viajando a Punta del Diablo, seguía tomando contacto con el paisaje, seguía atravesando etapas de un duelo”, precisa.
A diferencia de otros escritores, Tamburello remarca que el proceso de escritura “nunca fue en soledad”. Explica: “Vengo del deporte, del cine, del teatro, son todas disciplinas de equipo. Creo que cualquier cosa, incluso la literatura que tiene momentos de soledad, necesita un equipo”. La lista de apoyos, guías y colaboraciones es larga. Romina agradece la sugerencia de Juan Sklar de cruzarse con Luz Vitolo, docente de El cuaderno azul que se convirtió en tutora de la novela. También el acompañamiento de sus amigas Anju Manaker y María Celia Ferrero “que leían y opinaban a medida que yo escribía y reescribía”. También apunta el ajuste final del texto que hizo junto a Leila Gamba de Futurock una vez que la novela obtuvo el premio.
Romina Tamburello nació y vive en Rosario. Su primera experiencia como directora fue con el cortometraje «Rabia», que participó del Short Film Corner en el Festival de Cine de Cannes. Dirigió además la serie documental «Buscando a Catalina, la mujer de la bandera», para Canal Encuentro. «Vera» fue su primer largometraje de ficción, como guionista y directora, con el que ganó el concurso Raymundo Gleyzer 2016 (INCAA). Actualmente se encuentra en preproducción. Como dramaturga, escribió «Mujeres de ojos negros».
Por el momento, Tamburello disfruta del lanzamiento del libro y si bien admite que su texto “tiene un componente audiovisual» no tiene planes de convertirlo en película a corto plazo. Sin embargo, reconoce que “La viuda del diablo” dialoga con algo de su obra previa. “Creo que en Rabia, igual que en “La viuda del diablo”, se analiza el rol de la familia. Hay algo de la familia que me sigo preguntando, de la familia como estructura. Lo que la familia le demanda a Laura o la familia que Laura podría haber tenido. En Rabia es la familia tipo que se desintegra. Hay algo en las familias que me da para seguir explorando, esa orfandad que sentimos cuando nuestra familia no es lo que pensamos”, analiza.
Fuente: La Capital.