La inflación, ese mostruo con cuya derrota alardea todavía el Gobierno nacional, goza de buena salud y se prepara para recuperar centralidad. Distintas mediciones privadas, de centros de estudios bonaerenses, registran un importante salto en los precios al consumidor entre febrero y marzo.
A esa dinámica, de por sí compleja, se le sobreimprime la guerra comercial que el presidente estadounidense Donald Trump le declaró al mundo en los primeros días de abril, cuyas consecuencias son difíciles de justipreciar, aunque los economistas consultados coinciden en que «no ayuda para nada».
«Volvió la incertidumbre, igual que hace un año», asegura Alberto Kahale, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Lomas de Zamora y de la Federación Económica de Buenos Aires (FEBA) y vicepresidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
«Hace meses Milei anunció que la inflación de febrero iba a empezar con el número uno. Después lo peteó para marzo. No fue marzo y tampoco va a ser abril», sostiene Hernán Letcher, del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
En diálogo con Buenos Aires/12, ambos presentan lecturas que coinciden con los datos del Índice de Precios Básicos (IPB) de La Plata. En marzo, arrojó como resultado 2,6 por ciento, un número similar al que las consultoras estiman que anuncie el INDEC a nivel nacional. Se trata de un salto de 0,3 puntos porcentuales respecto de la edición anterior, ya que en febrero había medido 2,3, cuando para la Nación fue de 2,4.
El dato, de por sí preocupante, comienza a consolidar una tendencia: el 2,3 de febrero había representado un salto de idénticas proporciones frente al 2,0 registrado en enero. El primer mes del año había marcado una leve baja respecto del 2,1 de diciembre.
El último aumento, según el informe, se explica básicamente por el aumento del rubro alimentos, que pasó de 1,9 a 3,3 y, entre los alimentos, la mayor suba se registró en carnes blancas, como pollo y pescado, y panificados.
Las carnes blancas suelen funcionar como bien sustituto de la carne roja, cuando esta experimenta subas importantes como las que comenzaron en diciembre y se extendieron durante el verano. La demanda se mueve de la carne vacuna a la de ave y los precios suben acompañando esa tendencia.
Detrás de ese rubro, se ubicó el de combustibles y transporte. Si bien el combustible aumenta a razón de dos puntos cada mes, en marzo se produjo un aumento de las tarifas de transporte público cercano al diez por ciento. Los rubros servicios, higiene e indumentaria fueron los más estables.
Subió, sube y subirá
El IPB es también conocido como «los precios platenses». Se trata de una serie que comenzó en octubre de 2023 y va por su decimoséptima edición, fruto de un acuerdo entre la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de La Plata (FCE-UNLP) y la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de la ciudad capital.
Desde el punto de vista metodológico, el índice releva una canasta de 63 productos y servicios de primera necesidad, incluyendo cadenas de hipermercados con presencia en la ciudad, a través de sus respectivas webs, y comercios de cercanía. En su ponderación por rubros, el 50,7 corresponde a alimentos, el 16 a transporte, el 15 a servicios, el 12 a indumentria y el 5 a higiene.
Santiago Giorgetta, sociólogo (UNLaM) y titular de la consultora Proyección aporta un darto coincidente con el relevamiento del IPB. «Nosotros actualmente no medimos inflación, aunque alguna vez lo hemos hecho. Lo que sí detectamos, en una encuesta nacional que está por salir publicada, es que volvió a ser un preocupación importante. En la medición anterior estaba tercera, por debajo de inseguridad y bajos salarios. Ahora está apenas debajo de inseguridad», señala.
Por su parte Kahale, conocedor del comercio por estar al frente de la Cámara lomense, relata que «el comerciante observa el contexto y sube precios para cubrirse, el problema después es que, con esos precios, ¿a quién le vende? Algunos fabricantes pueden elegir cerrar e importar, le venden al comercio, pero al comercio no entra nadie, porque el modelo genera desempleo».
«Donde se ve más claro el salto de la inflación es en el cambio de temporada de ropa y calzado. Si vas a comprar un sweater o una campera, no está dos o tres puntos arriba, está veinte o treinta», agrega.
Kahale aporta el ejemplo de un rubro que siempre obtuvo muy buenos márgenes de rentabilidad, como la heladería. «Un fabricante que está integrado porque también tiene comercio, después de vender, paga los servicios, las tasas, los costos de reposición y se queda, en el mejor de los casos, con un cinco por ciento, arriesgando un capital importante. Es pésimo», asegura.
«La inflación genera un problema de consumo, de caída de ventas, que preocupa mucho al comerciante. La comparación marzo contra marzo da mejor 2025 que 2024, pero no se puede omitir que ahí teníamos las cosecuencias de la devaluación de diciembre, las ventas cayeron 25 por ciento ese mes y nunca terminaron de recuperarse», recuerda el dirigente empresarial.
Por el lado del CEPA, Letcher agrega un dato de relevancia. El salto inflacionario de marzo es previo a las medidas arancelarias anunciadas por Donald Trump, que reconfigurarán el comercio internacional.
«La inflación de enero y febrero se explica mayormente por alimentos, y la carne en particular. En marzo fueron algunos estacionales, como la vuelta al colegio y en abril empieza a impactar la brecha cambiaria, que se disparó sobre el final de marzo», explica el economista oriundo de San Martín.
La brecha cambiaria, que expone la falta de dólares del gobierno, genera crecientes expectativas devaluatorias. En consecuencia, toda la estrategia de gobierno, que se reducía a llegar a las elecciones de octubre con el dólar planchado como ancla para la inflación, aún al costo de una severa recesión económica, ahora se encuentra amenazada.
«Ahora, en el contexto de una guerra comercial global, la discusión sobre el desembolso del FMI pierde centralidad, pasa a ser apenas un capítulo más de esta nueva situación. El contexto es tan volátil e incierto que no se pueden hacer predicciones pero claramente, a Argentina esto no la favorece para nada», explica Letcher.
Desde su mirada, estos días ocurrió algo «inédito». «Mientras Marco Rubio (N de la R: secretario de estado de la administración Trump), promueve el desembolso del FMI, Mauricio Claver Carone (N de la R: enviado especial de ese departamento para América Latina), le reclama a Milei que renuncie al swap con China si quiere ayuda. El gobierno quedó en medio de una interna entre republicanos», indicó.
También en Bahía
El Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca (CREEBA), también realiza una medición a nivel local. En esa ciudad, aunque con distintos números, se repite la misma tendencia que en la capital.
La inflación había sido del 2,6 en diciembre, un mes tradicionalmente alto por los consumos vinculados a las fiestas de fin de año, bajó a 2,3 en enero, subió ligeramente a 2,4 en ferero y en marzo pegó un salto que la ubica en 2,9.
En la ciudad sureña, el principal impacto fue el de los gastos en educación (13,7), ya que marzo es el mes del inicio de clases y se hacen gastos en ese rubro que se amortizan a lo largo del año. Detrás de educación se ubicó alimentos.
El CREEBA depende, institucional y económicamente de la Fundación de la Bolsa de Comercio de Bahía Blanca, a la que aportan las principales empresas cerealeras y agrícolas de la región.
Fuente: Página 12.